lunes, 23 de febrero de 2015



MIL MONEDAS DE ORO

Érase una vez,
Un duende feliz
Que guardaba su tesoro,
De mil monedas de oro,
En un gran sauce, bajo su raíz
 


El sol con sus fulgores
Iluminaba tenuemente los bordes
De su enorme y ancha nariz.
¡Sirk, sark, sork!
Decía el duende al compás del son
 De una mágica canción

La mariposa se carcajeaba
Al ver que el duende travieso
Brincaba encima de una rama,
Mientras el aire fresco
Al sauce zarandeaba

¡Cric, crac, croc!
La rana le cantaba
Mientras el duende murmuraba...
¡Mil monedas de oro!
Yo tengo en una bolsa bien guardada

¡Eso es un tesoro!
Tras la bella rosa,
La oruga envidiosa susurraba.
Mientras el duende bailoteaba
Contento por su oro
La oruga muy despacio
Se encaminó hasta el árbol
Y atravesó por un hueco,
Buscando el gran tesoro

¡Sirk, sark, sork!
El duende la atrapó
¡Ese tesoro es mío!
El duende pronunció

La oruga sonrojada
Sus antenas enroscó
Había sido pillada
Y vergüenza ella sintió

El duende ya enfadado,
Su pie derecho alzó
Y con un tremendo puntapié,
¡Sirk, sark, sork!
Afuera la arrojó.


©copyright  Araceli García 2013.



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